Piñera profundiza la política neoliberal en educación

Quiero compartir en la comunidad educativa, la difícil situación por la cual atraviesa el Ministerio de Educación de Chile desde que asumió el gobierno de Piñera

Todos nosotros esperábamos cambios, luego de 20 años de Concertación, era obvio que si llegaba la derecha vendrían con nuevos equipos y con nuevas políticas. Pero lo que ha sucedido está fuera de cualquiera de las peores conjeturas.

Luego de tres meses ya podemos tener un lamentable balance de la conducción del Ministerio en manos de la UDI - derecha política -

El discurso oficial repite que durante los gobiernos de la Concertación todo lo que se hizo estuvo mal hecho, que se derrochó el dinero y que los trabajadores del Mineduc fueron ineficientes. Consistente con este discurso, hay que eliminar a las personas y a las políticas. Aplicando esta lógica todos los días llegan nuevas notificaciones de despido, las que por estos días ya alcanza a unas 200 personas, ninguna de ellas ocupaban cargos de confianza, ni eran desginaciones políticas.La mayoría profesionales honestos, responsables y comprometidos que pusieron sus mejores años profesionales y contribuyeron desde su lugar a aminorar la tremenda brecha educativa en un Chile que nunca, verdaderamente nunca, ha logrado sacudirse de las herencias profundas de los 17 años de dictadura.

¿Para dónde van? ¿qué quieren hacer con la educación en Chile? el discurso oficial es clarito: 50 liceos de excelencia para los mejores entre los pobres; así la educación será un verdadero canal de movilidad social; mejores salarios para los mejores alumnos de las carreras de pedagogías; entrega de resultados del SIMCE con una carta firmada por Piñera en la casa de las familias de los niños, marcando con rojo los colegios de baja calidad, con verde los muy buenos y amarillo los intermedios; así todos están informados de la calidad de la escuela en que está su hijo y tiene la "libertad" para cambiarlo a otro mejor.

¿Para dónde van? ¿qué quieren hacer con la institucionalidad del Ministerio? esto es más difícil de entender, lo único claro son los despidos y los cierres de programas y líneas de acción. Todo ello lleva a una paralización absoluta; es decir, está quienes han sido despedidos - para lo cual no hace falta razones, porque el tipo de contrato de todos los funcionarios ingresados en los últimos años permite despedir sin aviso y sin indemnización - y quienes están en su puesto de trabajo pero no pueden realizar sus tareas porque la institucionalidad no funciona, está paralizada.

Los cargos aún no están completamente designados - trabajar en el Estado supone mucho compromiso y una gran inseguridad laboral - las jefaturas que se han instalado no comprenden cómo funciona el Estado, trasladan la experiencia de gestión en las empresas y reproducen sistemas de trabajo inadecuados. La desconfianza se instaló en todos los rincones, los materiales y orientaciones no se reparten porque sin la visación de los jefes no pueden circular y los equipos que quedan esperan, esperan conducción o bien esperan que de un día para otro también les llegue la carta de despido.

Este es el gobierno que prometió eficiencia y gobernar con los mejores. Lo que han hecho ha sido exactamente lo contrario, destruir lo que existe, paralizar lo que queda.

Y una última reflexión, a propósito de los "mejores". Cuando el nuevo gobierno se rodea de algunos pocos que antes fueron mano derecha de las autoridades de la Concertación y ahora nuevamente están en puestos de confianza y se prestan para los "ajustes" y los despidos. En realidad, esos seleccionados NO son los mejores, esos son los peores.

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Con profunda tristeza

María Eugenia Letelier